“Vallas” fue una charla que impartió el Espíritu Humano en la Sala de Charlas 12 del edificio 3. El acceso era libre; el aforo, ilimitado. Había poca gente en la sala (pero no es menos cierto que fuera había un largo vallado). He aquí un breve extracto de la charla:

“Hemos asumido las vallas como un elemento cotidiano,

como a un río, o a un árbol

que impide el paso

a quien se le acerque.

¿Quién se salta una valla, aunque lo cercado sea

justamente

un camino,

un faro,

un remanso,

un puente?

un posible sendero que recorrer

(como por ejemplo, el tuyo:
ese que lleva tu nombre
y que ya no será…no será. Tiene dueño).

Hubo un tiempo en el que se pensaba: “El árbol que estorba

se tala,

y con él se construyen barcos

que surcan los mundos que nos separan”.

Pero hoy las vallas no se superan, no se desafían, no. Jamás. Nunca más.

Porque hoy respetamos la propiedad. Por algo somos tan civilizados, ¿verdad?

(…)

Y bien, ¿qué carajo esperáis de los ojos? ¿Veis? ¿Acaso queréis ver?

Escuchad, si queréis ver, que yo os contaré lo que pasa:

Nos hemos rendido de antemano, y a cambio de nada,

ante alguien

que puso las vallas aquí,

y allá,

y aún más allá…

Yo mismo fui.

Yo vivo en ti. Piénsalo.

Dentro de ti habitan las verdaderas vallas.

Y te las has puesto tú mismo: yo”

(…)

Si queréis aceptar un último consejo,

escuchad, que lo grita el Espíritu Humano:

Desconfiad de vuestras fronteras y volved

a confiar

en el desafío.”

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