¡Por fin tenemos consenso! Por el camino, cuarenta y siete elecciones autonómicas y la construcción de “Marina D’Acer, Ciutat de Presoners”. La flamante presidenta de la Generalitat, Inés Arrimadas, se muestra exultante tras los resultados de los últimos y definitivos comicios: “Por fin la moderación y el sentido común triunfan frente a los golpistas”, afirmó en su discurso de investidura, en medio de los aplausos y vítores de todo el Parlament Catalá. La aclamación fue unánime.

El 98 % de la masa penitenciaria española está actualmente conformada por sediciosos, tuiteros, raperos y blasfemos

Cierto es que para poder explicar esta situación, es necesario recordar que las cárceles están actualmente atestadas de políticos presos (que no de presos políticos), algunos de los cuales han sido condenados a PPR (Prisión Permanente Revisable) tras la última modificación en el Código Penal español. Tal es el caso de las figuras más representativas del independentismo catalán, como Oriol Junqueras, Andreu Buenafuente, Willy Toledo o la Virgen de Montserrat (la Moreneta), que lleva ya tres años en huelga de hambre, sin observarse deterioro alguno en su estado de salud. Se cree que aún no ha muerto por su condición divina, aunque algunos expertos apuntan al hecho de que es una estatua. 

La encarcelación de los principales líderes, diputados, concejales, alcaldes, afiliados y simpatizantes de los tres partidos nacionalistas mas importantes ha mermado mucho las posibilidades electorales del independentismo. Según las estimaciones del Ministerio del Interior, el 98 % de la masa penitenciaria española está actualmente conformada por sediciosos, tuiteros, raperos y blasfemos, una vez los presos políticos del Partido Popular fueron todos amnistiados en 2020, gracias al decreto ley redactado por el propio PP y apoyado por Ciudadanos, PSOE, Coalición Canaria e Iñaki Urdangarín.

La crisis poblacional en Cataluña habría supuesto el total colapso para el sistema nacional de pensiones públicas

Otro de los factores que explica el reciente triunfo constitucionalista en Cataluña, es la emigración masiva sin precedentes que ha experimentado la comunidad autónoma catalana, superando todos los records históricos desde que se tiene constancia de records históricos. Es necesario destacar que la población catalana se ha visto reducida a la mitad exacta durante los últimos cuatro años de crisis territorial. No en vano, tres millones y medio de catalanes declararon en TV3 sentirse «invitados a marchar al exilio». Algo que ocurre sin demasiados problemas, siempre y cuando se cuente con un capital mínimo y no se sea subsahariano o sirio. «Ni que estuvieran sufriendo una persecución política ni hostias«, afirmaba recientemente el Ministro de Cultura, John Cobra, en una célebre comparecencia que pasará a la historia de la política española por ser la primera en la que los periodistas, como medida de seguridad, hicieron uso de pantallas de plasma para formular las diferentes preguntas. Afortunadamente, ninguna pantalla resultó herida.

Tal y como destacó Bertín Osborne en su programa «Al Rojo Vivo», la crisis poblacional en Cataluña habría supuesto el total colapso para el sistema nacional de pensiones públicas, de no ser porque la hucha de las pensiones había tocado fondo en el año 2019. Afortunadamente, hace escasos meses que finalizó la transición hacia el Modelo Privado y Mucho Mejor Gestionado de Pensiones Públicas por parte de la Banca (mejor conocido por sus siglas, MOPMUMEJGPPUB), uno de los grandes éxitos del Triunvirato Constitucionalista.

Las consecuencias más graves del exilio catalán no han hecho más que comenzar para Europa

A pesar de las continuas e incontables denuncias de las más variadas asociaciones pro-derechos humanos (ninguna en España, donde a excepción de Hazte Oír, fueron ilegalizadas), la encarcelación masiva y el éxodo poblacional han venido sucediéndose frente a la pasividad y las carcajadas generalizadas de la Comunidad Internacional, que durante este último lustro de crisis territorial catalana no ha visto verdaderamente amenazados sus objetivos geoestratégicos en la zona. En palabras de Angela Merkel, ex-presidenta del Cuarto Reich y actual presidenta de la Alianza Intergaláctica: “Mientras nuestros conciudadanos puedan seguir veraneando en Mallorca, todo está fetén”.

No obstante, las consecuencias más graves del exilio catalán no han hecho más que comenzar para Europa. Carles Puigdemont, presidente simbólico del asentamiento principal de catalanes en el exilio (radicado en Bélgica, y rebautizado recientemente bajo el nombre de “La Petita Catalunya”), ya ha anunciado que convocará próximamente un referéndum de autodeterminación para este nuevo territorio. Las autoridades belgas, alarmadas por la situación, ya han pedido asesoramiento al gobierno de Mariano Rajoy, visto el tremendo éxito de la actuación policial en el último precedente de referéndum celebrado en España en el año 2017. “Ahora osh losh coméish ustedesh, ¡jo jo jo jo!”, ha afirmado recientemente el presidente Rajoy en un famoso programa de la televisión belga.

Se espera que en los próximos días, el anuncio del President Simbòlic sea secundado e imitado por más de medio centenar de asentamientos catalanes en el exilio. Una tentativa que supondría la imparable catalano-balcanización de Europa: sin duda, el mayor desafío para la Unión Europea desde el Brexit, el Grexit y el Andorrexit. Y es que como bien dice el refranero popular catalán, «Quan Franco tanca una porta, se n’obre una altra» («¡Viva Franco y Viva España!», traducción aproximada de nuestros editores).

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