Si el suelo arde, mis pies son fuego
Si tiembla, soy terremoto
Si el viento suena, traigo un paraguas
Y un cenicero que me arrebate las penas
«¡Como un cencerro!», dicen algunos
Lo dicen a mis espaldas
Los pajaritos trajeron espadas que no supieron
Entrar en mi piel
De andar descalzo por las aceras tengo los pies
Como dos armadillos
Ya no necesito ojos en el culo ni más agujeros
En mi mirar
Póngase usted su invisible disfraz de apariencias de usted
¡Venga ¡Súbase un escalón!
Ya desenmascaré los secretos del mundo:
Todos los días son carnaval ¡Te pillé!
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