Discuten un orgulloso ignorante y un intelectual soberbio. El ignorante levanta la voz y el intelectual le ignora, descalificándole con su silencio.
A su alrededor, las masas se apelotonan. Han escuchado aquel grito; ahora comienzan a repetirlo…
Cada vez lo repite más gente… el grito ya es unánime… el grito se ha vuelto un himno.
El soberbio intelectual queda descalificado por aplastante mayoría. “No está hecha la miel para la boca del asno” -se dice el intelectual soberbio, que ahora es también solitario-.
*Las elecciones se necesitan para blanquear la democracia
La democracia se necesita para blanquear la ignorancia
La ignorancia se necesita para blanquear a los políticos
Los políticos se necesitan para blanquear la dictadura
La dictadura se blanquea con elecciones*