Ahora la gente está saliendo a andar. Y eso me plantea dos estimulantes razonamientos:
1. El cómo se ha transformado de repente en “deportiva” una actividad que hasta hace nada era de ocio (caminar) o tenía alguna finalidad concreta (ir de aquí p’allá).
2. El cómo ha sido posible esto sin la necesidad de atribuirle un término «cool”. Porque correr es de cobardes, pero hacer running es cool. Y ahora andar parece ser cool sin la necesidad de llamarse «walking«
Dead.
Un deporte elevado a la mínima potencia.
Denles tiempo a los del Huffington. Ya puedo ver el titular…
«El walking: la nueva moda viejoven que triunfa entre los millenials«
Excelso.