La eternidad

¿Qué es? No lo sé. Es algo que está pasando. Y a veces, a una le pilla desprevenida. Es, por ejemplo, que te engañen, llorar, encontrar de nuevo, casarte, divorciarte y volver a encontrar en el mar. Es tener que marcharte al extranjero para poder estar con tu hijo, aunque no seas capaz de borrar de tu mente la idea de regresar a casa. Es refugiarte en el sueño y buscar el abrazo de los animales, porque ellos no pueden hacerte más daño. Es agarrar por los cuernos al toro y hacer lo que sea para darle a tus hijos una buena vida. Es alejarte de tu melliza y comprobar que, desde que se nace juntas, los caminos pueden separarse y unirse cientos y cientos de veces

Espera un momento. Te he preguntado por tu vida

Claro, ya lo sé. Y de mi vida le hablo

¡Pero si no me has dicho nada sobre ti!

Se equivoca; eso es lo único que he hecho hasta ahora

Tutéame, por favor

Te tutearé. Perdona

Con todo lo que te ha pasado, ¿no tienes otras cosas que decir?

No sé. ¿Qué quieres que diga?

¿No tienes nada que contarme sobre tu persona?

Que es agradable volver a charlar de nuevo

¿Acaso no has notado que puedes moverte otra vez?

Hay cosas más importantes

¿Un ejemplo?

Amar. Sin duda

Ah, amar, ya veo… ¿Y no puedes contarme nada más sobre la vida?

Realmente, por lo poquito que yo sé, solo podría incidir en eso: que por amor una sería capaz de hacer cualquier cosa que esté en su mano. Si por mí fuera, le hubiera dado a los que más quiero todo cuanto necesitaban para ser felices. Pero querer no siempre es poder, eso es algo que hay que entender y que aceptar cuanto antes. Por eso hay que conformarse con compartir sus sufrimientos; que no es otra cosa que amar. ¡Amar! ¡Ay!, que no es poco. El odio, la envidia, el miedo, el resentimiento, la frustración, la melancolía… todos esos sentimientos no tienen piedad con la gente. Y también consumen a la mía. Son demasiadas cosas las que se encargan de emponzoñar lo único verdaderamente importante, que es entregar tu corazón por entero todo el tiempo que te sea posible

Por eso el tuyo tiene algunas muescas

Será por eso, yo no lo sé. Lo único que sé es que espero que todos ellos sean felices. No te imaginas cuánto los quiero

Hacía milenios que no se me escapaba una lágrima. Llorar, qué curioso, es algo que me enseñaron los humanos, y que los propios humanos se encargaron de hacerme olvidar. Este trabajo le vuelve a uno tan insensible…

Comprendo. Allí arriba es bastante habitual llorar

¿Quieres saber cuál es mi verdadera condena?

Cuéntame

Mi condena es no poder conocer la vida. Este es el motivo por el cual le pregunto a cada alma que me llega, aunque no suele servirme más que para hacer más amena esta ida y vuelta eterna. Las respuestas siempre suelen ser las mismas, una y otra vez: yo, yo, yo. Comprende que para mí la vida es un simple contrato que obligo a firmar a todos los que nacen. Piensa que, desde entonces, les pierdo la pista a todos. Luego, al final, obtengo un frío informe en el que se encuentran todos los hechos; pero no entiendo el porqué de los mismos, no sé lo que significan. Por eso espero con impaciencia que, en su obligado regreso, me den una respuesta capaz de solventar esta curiosidad irresoluble que tengo. No sé si ahora soy capaz de comprender mejor lo que es vivir, pero contigo me ha pasado una cosa extraordinariamente asombrosa: creo que nunca llevé un alma tan carente de egoísmo

¡Ah! ¿Egoísmo? ¡Claro que tuve de eso! Quise quedarme con ellos; y en el fondo, todavía quiero. Pero ha llegado la hora de dejar que vuelen sin mí. Estoy algo cansada de la cárcel de la materia; y además, también tengo mis razones…

¿Cómo te encuentras?

Bien. Muy bien, la verdad

Cosa rara en los que vuelven; no son pocos los que se marean

Descuida, señor barquero: estoy disfrutando de las vistas. ¡Quién me iba a decir a mí que esto sería tan bonito! Además, no sé por qué, pero todo esto me recuerda algo…

Ya estamos llegando a la orilla. Normalmente soy yo quien decide el puerto donde desembarcan las almas que cargo, pero contigo haré una excepción: dime dónde quieres ir

Llévame donde estén ellos

¿Quiénes?

Quien me hizo y con quien hice, ¡que no me aguanto las ganas de verlos!

Hecho. ¿Quieres alguna otra cosa?

Ummmm… ¿Tienes papas y carne mechá? Pienso preparar un festín para cuando nos reunamos todos

¡Pues claro que tenemos!, aquí tenemos todo lo que pidas

Creo que ya sé por qué me resulta tan familiar todo esto. El mar… Es este mar. Se parece tanto al nuestro…

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