Gepetto, urdido de amor, compuso a Pinocchio obediente y honesto.
Pinocchio odiaba a Gepetto
por verse forzado
a ser sincero.
La nariz de Pinocchio crecía y crecía, pero su padre tan solo veía
al personaje honrado
que imaginó en él.
Pinocchio huyó de su casa, porque solo veía de su padre
al personaje despótico
que creó en él.
Un creador creado a su vez.
Creer fue crear
Y crear, creer.