Miles de cristianos muy ofendidos por mis escritos boicoteaban mi lectura pública en la Plaza de San Sebastián. La plaza estaba a reventar de oyentes y curiosos que parecían disfrutar con tal espectáculo. A pesar de eso, tuvieron que cancelarlo todo; ellos ganaban: me censuraron. Leer Más

“perdónalos, dios, porque no saben lo que hacen”
Miles de cristianos muy ofendidos por mis escritos boicoteaban mi lectura pública en la Plaza de San Sebastián. La plaza estaba a reventar de oyentes y curiosos que parecían disfrutar con tal espectáculo. A pesar de eso, tuvieron que cancelarlo todo; ellos ganaban: me censuraron. Leer Más