Rudynard Kipling, escritor de El libro de la selva, dijo alguna vez que, tras haber viajado por el mundo entero, se había dado cuenta de que el medio más directo y eficaz para lograr que una persona fuera infeliz era comenzar a pagarle por lo que hacía:
«Yo he visto cómo los guías sherpas del Himalaya suben y bajan las montañas continuamente, día tras día. Y lo hacen con placer y con gusto. Pero cuando llega el hombre blanco europeo y les pide que lo guíen a cambio de dinero, dejan de hacerlo con gusto. La razón es que ya no lo hacen por placer, sino por dinero. Y cuando una persona empieza a hacer las cosas de su vida por dinero, es como coger un billete directo hacia la infelicidad».