-¿Y tú qué sabes de España si eres moro, cariño mío?
-No sé, señora. Elaboré una enciclopedia médica para curar a los cordobeses y el resto de peninsulares. Fui juez y trabajé por la justicia en las Cortes de Sevilla y Córdoba. También legué algunas obras filosóficas…
-Ya, pero es que eres moro.
-Entiendo… Y usted, ¿qué sabe hacer?
-¿Yo? Sé no atragantarme con mi propia saliva la mayor parte del tiempo. ¡Ah! Y también sé ser española.
-Ah. Pues tiene mérito.
-Sí.
Conversación imaginaria entre Averroes y esta señora