Ante todo, quisiera recalcar que ESTE NO ES UN ARTÍCULO CONSPIRANOICO. Quizás algunos estéis esperando eso, pero tendréis doscientos mil medios digitales a los que visitar si ese es el caso. Aquí solamente vamos a hacer un repaso de cómo la prensa ha tratado (y, quizás, moldeado) el tema de la vacunación frente al covid en la opinión pública. Las conclusiones, en todo caso, serán todas vuestras.
Pero vayamos al grano. Lo primero que hay que decir es que se ha hecho un trabajo “espléndido” a la hora de rebajar lo que yo catalogaría como un “sano escepticismo”. En cuestión de solo cuatro meses, la gente dio un vuelco absoluto en cuanto a su percepción respecto a las vacunas. Hagamos un repaso cronológico de la situación:
Noviembre:

Diciembre:



Enero:

Febrero:

Sin ánimo de adentrarme en el farragoso terreno pro vacuna vs. anti vacuna, llama bastante la atención este cambio de opinión tan radical en la población mayoritaria. De ser rechazadas, las vacunas comenzaron a ser casi un anhelo. Un hecho que, en teoría, nos viene muy bien a todos. No obstante, no todos miramos este asunto desde el mismo prisma. La población desea salud; las farmacéuticas, dinero. Pfizer, Moderna, AstraZeneca… ¿Ha comenzado una guerra?
Estas son las palabras de José Pérez “El inmortal”, director y presentador del programa Antes de medianoche, en el podcast de Clave 45:
“La vacuna funciona. ¿Que tiene efectos secundarios? Por supuesto. ¡Pero es que todo tiene efectos secundarios!
En inmunología, hay efectos secundarios raros y muy raros. Si un medicamento tiene efectos secundarios en 1 de cada 10 000 personas, son efectos secundarios raros; si tiene efectos en 1 de cada 100 000, son efectos muy raros. Estas vacunas (las de AstraZeneca) tienen efectos secundarios graves en 1 de cada millón. ¿Y tenemos miedo a eso?
Yo creo que la cuestión es puramente económica. Pfizer y Moderna valen un dinero. Y AstraZeneca vale mucho menos y les está jodiendo el negocio. ¿Por qué no sale ninguna información sobre efectos secundarios de Pfizer y de Moderna? A un familiar directo mío le pusieron una de estas dos vacunas y, a los tres días, murió de un infarto. ¿Por qué eso no ha salido en los periódicos? De hecho, ni le hicieron la autopsia. Al final, es siempre lo mismo: todo es negocio.”

Uno de los entrevistadores recalca: “La AstraZeneca, en teoría, es la más barata porque no quiere ganar dinero. Se comercializa casi a precio de coste. Y esto no ocurre así con las otras vacunas. Les está jodiendo el negocio a las de al lado”. A lo que José “El Inmortal” responde: “¡Y es tan evidente que no sé ni cómo la prensa sigue callada!… Aunque me imagino el porqué. De todo ese dinero que están ganando las grandes farmacéuticas, ¿habrá una parte para la prensa?”.
A continuación, analizaremos el tratamiento mediático que se le ha dado a la vacuna AstraZeneca:












Así informan, cuando informan, de una muerte relacionada con otra vacuna distinta:

Para finalizar, la tan cacareada “inmunidad de rebaño” exigía de un 70 % de la población de un país vacunada.
Pero ¿van las grandes farmacéuticas a renunciar tan alegremente a ese 30 % de beneficios que les restan?
