Momentos que nunca ocurrieron, entrega segunda:
«La anarquía en tela de juicio» (dentro de la subsección «Juicios que nunca ocurrieron»)
Contexto: “¿Usted forma parte de algún movimiento anarquista insurreccionalista?”. Esta fue una de las preguntas que le hicieron al rapero Pablo Hasel antes de condenarlo a prisión por 64 tuits + la letra de una de sus canciones. No me pronunciaré acerca de la morfina que llevaba encima la fiscal que le formula la pregunta -además ¿qué me importa a mí si sus padres son primos hermanos? (lo que sí me molesta un poquito es descubrir que una de las juezas que lo ha condenado (Concha Espejel) es amiguita de Cospedal, y otro (Nicolás Poveda) fue en las listas de Falange en 1979). Tampoco me pronunciaré sobre si resulta democráticamente conveniente encerrar a una persona por escribir lo que le sale de los ovarios en una red social (esto daría para otro post, y bien largo). Lo que me interesa ahora es la pregunta en sí, y en especial, esa parte del “movimiento anarquista insurreccionalista”. He de reconocer que cuando escuché la pregunta, mis huevos se encogieron automáticamente. Además, se me escapó un inevitable y sonoro “¡COÑO!”. Porque por si no lo habéis notado, justo unos centímetros más arriba, en esta magnífica página mía, puede leerse: “Bombas y proyectiles ANÁRQUICOS de fabricación casera” ¡AY! Qué torpeza la mía… A partir de ese momento, y habiendo superado ya el sobresalto inicial, mi mente comenzó a fantasear: ¿y si resulta que en la España del Siglo XXI se instaura una paranoia persecutoria al más puro estilo ‘Estados Unidos y sus bellísimos y anticomunistas años 50’? Si artistas de la talla de Bertolt Brecht o Charlie Chaplin fueron perseguidos, ¿por qué no yo? ALL RIGHT. En fin. Viendo que la libertad de expresión goza en la actualidad de un colorido auge y florecimiento solo comparables con la base de Guantánamo, me he imaginado en el lugar de Pablo Hasel, respondiendo a una serie de preguntas interesantísimas ante un juez, tan sólo porque alguna persona súper simpática hubiera tenido a bien denunciar este humilde blog al Nuevo Tribunal de la Inquisición Anti-anarquista. Este es el juicio que, afortunadamente, nunca ha tenido lugar (todavía…):
-¿Ha lanzado usted alguna vez algún proyectil o bomba?
-No, nunca
-Pero en su blog pone “Bombas y proyectiles anárquicos de fabricación casera”, ¿no es cierto?
-A ver, sí… pero es en sentido figurado
-¿Ha lanzado usted alguna vez bombas o proyectiles anárquicos en un sentido figurado?
-Eh… pues no sé. Bueno, es posible que sí
-Señor Floripondrio ¿Es usted anarquista?
-Probablemente sí. Igual sí. Sí
-¿Pertenece usted a algún grupo o movimiento anarquista insurreccionalista?
-No
-¿Desea hacerlo?
-Pues no lo sé. La verdad es que no sé cómo son tales grupos. Tendría que verlos, comprobar si se ajustan a mi concepto de anarquía
-¿Qué es para usted la anarquía?
-Hay gente que se considera franquista, por ejemplo (ejem, ejem). En contraposición, yo me considero anarquista puesto que no sigo, busco ni acepto el liderazgo de ninguna persona externa a mí. Soy anarquista porque deseo ser mi propio amo
-Entonces usted no respeta ninguna figura de autoridad
-Entiendo que vivo en una sociedad autoritaria, y que existen ciertos límites
-¿Usted respeta esos límites?
-Entiendo que no me queda más remedio. Con algunos, además, coincido. Con otros no tanto
-Como cuales
-No coincido con el mundo económico en general, y con el mundo laboral particularmente. El mundo laboral es la ley de la selva. El propietario es el macho alfa, y los trabajadores somos su harén
-¿Y qué papel otorga usted al Estado en todo esto?
-El Estado regula para que podamos ser follados más fuertemente por los señores propietarios
-Entiende usted que nosotros trabajamos para el Estado, ¿verdad?
-Sí señora
“Sí… Estoy bien jodido”
Aquella misma noche dormí en un calabozo junto con dos tuiteros, cuatro titiriteros y un chaval que puso su cara a un Cristo con Photoshop. Mi abogado dice que, con un poco de suerte, podremos reducir mi condena a 2 años y medio -el hecho de no haber escrito nunca sobre el segundo astronauta más famoso del reino de España ha sido determinante, parece ser.
Uno de los tuiteros dice que lo tiene negro: probablemente le caiga la prisión permanente revisable. En fin, supongo que debo sentirme agradecido. Maldigo el día en el que comencé a lanzar bombas anárquicamente figuradas… ¿Por qué no pude haberme conformado con ver el programa de Bertín Osborne, como hacen los españoles de bien?
* *
“-Y qué tal por España, qué tal el abuelo Paco, ¿se ha muerto ya?
-¡Efectivamente y NO! ¡Sigue vivo el viejales! Tiene 125 años y está FRESQUÍSHIMO”
#JeSuisPabloHasel
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