El valor de los ciudadanos de hoy se reduce a su papel como mera mano de obra –cada vez más abaratada, más abandonada a su suerte. Todo lo que tenga que ver con temas de sabiduría, autoconocimiento o con(s)ciencia, por lo tanto, sobra –a no ser, claro está, que estos temas sean de alguna manera aplicables o necesarios en el lugar de trabajo de cada cual. Pero el ciudadano-trabajador actual no es una máquina: todavía necesita desconectar, relajarse, recargar pilas, etc. A tal fin, un descomunal y colorido abanico de distracciones (¿o de drogas?) estará a su plena disposición para cuando salga del trabajo –siempre, por supuesto, que tenga el suficiente dinero para ello; hablamos aquí de centros comerciales, realities, fútbol, bares, smartphones, videojuegos, música comercial… y hasta de Netflix. Cosas que no están mal en sí mismas, pero que se convierten en un problema si las utilizamos deliberadamente para no pensar demasiado –máquinas no somos, pero zombis… quizás sí. Es posible –y hasta comprensible- que el estresante ajetreo diario al que nos vemos abocados nos quite todas las ganas de hacer cualquier otra cosa que implique levantarnos del sofá y ejercitar tres o cuatro de nuestras neuronas al llegar a casa cansados del curro; pero por suerte, la rama más tocapelotas de la industria audiovisual ya se ha encargado de hacerlo (casi) todo por nosotros, para que podamos aprender mucho sin la necesidad de hacer prácticamente nada.
Si quieres desprogramarte y cagarte en este sistema de mierda que te empuja a convertirte en un zombi útil –o lo que es lo mismo: en un ser humano inútil-, aquí tienes 6+1 documentales online (y además, en Youtube. ¡Gratis!). Más fácil, imposible… ¡Ya no tienes excusa!
1. The Yes Men Fix the World (2009)
Los “Yes Men” son Andy Bichlbaum y Mike Bonanno, dos activistas estadounidenses que se dedican a hacerse pasar por los representantes de las mayores compañías del mundo (algunas de las cuales ostentan un largo historial de actuaciones “cuestionables” y de violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos). ¿Su modus operandi? Acudir como los portavoces de dichas organizaciones a eventos y ponencias para denunciar, siempre desde la ironía, la estupidez y la codicia ciega de las mismas. Lo que traducido al lenguaje millenial resulta un enorme troleo lleno de zascas a las grandes corporaciones que nos gobiernan. En definitiva: mucho humor y mucha crítica social, para gran deleite del espectador despierto.
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2. CIA, Guerras Secretas (2003)
Este es el primer episodio de una serie de tres documentales sobre la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana. Más en concreto, esta primera entrega se centra en las operaciones clandestinas desde 1947 hasta 1977, un repaso histórico que incluye el papel de la CIA en el derrocamiento del presidente de Guatemala en favor de la United Fruit Company, el asesinato de Patrice Lumumba tras la independencia del Congo belga o el derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende, tras el que se instauró la cruenta dictadura militar del general Pinochet en Chile. ¿Quieres un poco de libertad a la americana? La CIA no tendrá la santa delicadeza de preguntarte: basta con que un gobierno les moleste para acabar derribado, mientras que los sucesivos presidentes estadounidenses se van llenando la boca con la palabra democracia. Imprescindible documental para saber cómo funciona el Imperio desde las cloacas.
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3. La Revolución no será transmitida (2003)
El 11 de abril de 2002, Hugo Chávez fue objeto de un golpe de Estado; pero -¡Sorpresa!- su derrocamiento apenas duró 72 horas. Lo más interesante de este documental llega a partir del minuto 26, cuando se narran los sucesos del 11 de abril, y cómo las cadenas de televisión privadas de Venezuela trataron lo que estaba ocurriendo en las calles, difundiendo una serie de noticias falsas sin las cuales el golpe de Estado no se hubiera producido nunca –claro que nada más desmontarse este sucio montaje, el presidente fue repuesto automáticamente en su cargo. Todo un manual sobre el papel manipulador y desestabilizador de los medios de comunicación –y si atendemos un poco a las últimas noticias, el documento no puede estar más de actualidad.
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4. Comprar, tirar, comprar (2012)
En 1911, una bombilla tenía una duración aproximada de 2.500 horas. Un siglo después, su duración se ha visto reducida a la mitad. Y es que las empresas se han dado cuenta de que, cuanta menos vida útil tengan los productos que nos ofrecen, mayor incremento experimentará su cuenta de resultados, ¿pero es esto compatible con un planeta cuyos recursos son limitados? Hay que pensar que ya no solamente hablamos del gran despilfarro de recursos que ello supone, sino también de una mano de obra que bien podría ver sus horas de trabajo reducidas a la mitad si planteamos modelos económicos alternativos y más respetuosos con el medio. Menos Lobos de Wall Street y más pescadores mejicanos.
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5. Citizenfour (2014)
En enero de 2013, la periodista Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados firmados por un tal «Citizenfour», quien aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA, en colaboración con otras agencias mundiales de inteligencia. “Estamos creando la mayor arma de opresión en la historia de la humanidad, pero los propios dirigentes se eximen de toda responsabilidad. Solo en Estados Unidos se interceptan miles de millones de telecomunicaciones. Al tomar muestra de estos delitos, me centré en lo que hacemos aquí, pero créeme que la vigilancia a la que estamos sometidos es el mayor de los privilegios comparado con cómo tratamos al resto del mundo”, decía Citizenfour en una de aquellas comunicaciones.
Aquel hombre anónimo resultó ser Edward Snowden, antiguo empleado de la NSA y de la CIA, y hoy en asilo político en Rusia. “Agradezco que te preocupes por mi seguridad, pero ya sé cómo voy a terminar. Y asumo el riesgo”, dijo finalmente Snowden para cerrar una de tantas comunicaciones con Poitras. Cuatro años después, ¿hemos aprendido algo de sus filtraciones, o seguimos actuando como si nada hubiera pasado? Él puso en juego su propia vida para que el mundo entero pudiera conocer los abusos de poder al que nos someten las élites políticas y económicas. ¿Habrá merecido la pena su sacrificio? ¿Qué opinas? En cualquier caso, aún estamos a tiempo de reaccionar…
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6. Zeitgeist (2007)
Zeitgeist significa el “espíritu de una época”. Este primer documental –pues hay tres- está dividido a su vez en tres partes, siendo la primera de ellas un genial análisis sobre la distorsión de las religiones –las cuales, valiéndose de alegorías para explicar el mundo en los inicios, han acabado conformando auténticos dogmas de fe, capaces de justificar todo tipo de guerras y crueldades. La segunda parte de Zeitgeist sostiene que los ataques del 11S fueron un atentado de falsa bandera, y la tercera explica el surgimiento de la Reserva Federal, y cómo el abandono del “patrón oro”, que se perpetró entonces, supuso el reinado incuestionable de la banca. A ratos difícilmente digerible; pero si no pierdes el hilo, merece mucho la pena.
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BONUS. Thrive: ¿Cuánto le costará al planeta? (2011)
Impactante y muy poco convencional, y he ahí la gracia de Thrive: ¿Cuánto le costará al planeta? En este extenso documental, se intenta desmontar la visión que tenemos sobre la realidad, cual si esta solo fuera un montaje cutre, poco más que el decorado tras el que se oculta una conspiración global que, según se insinúa, puede tener incluso conexiones con civilizaciones extraterrestres. La tesis es que existe una forma de generar energía de forma libre y limpia que, en el caso de aprovecharse, reduciría automáticamente las desigualdades e injusticias en el mundo, pero cuyo uso no interesa –claro- a las élites, puesto que ello implicaría un importante recorte de su dominio. Líderes espirituales New Age como Deepak Chopra y reputados conspiranoicos como David Icke aparecen en este documental.
Te lo creas o no, siempre es interesante escuchar las informaciones –¿o delirios?- que aquí aparecen. No en vano, en los primeros segundos de este documental ya se rotula: “Todos los hechos relatados en este documental se han confirmado de manera independiente”. ¿Te atreves a investigarlo por tu cuenta?
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